La ingesta de alcohol y la diabetes

El alcohol tiene muchas calorías y pocos nutrientes. Por eso con frecuencia se dice que el alcohol nos aporta “calorías vacías”. Cuando el hígado descompone el alcohol, convierte el alcohol en grasas. Eso significa que beber alcohol puede hacernos ganar peso. A razón de siete calorías por gramo, el alcohol tiene casi la misma densidad de calorías que las grasas (nueve calorías por gramo).

Hay algunas cuestiones que es importante conversar con el equipo tratante antes de comenzar a consumir bebidas alcohólicas, ya que hay algunas situaciones especiales donde la ingesta de alcohol está contraindicada.

1. Es necesario chequear con el médico tratante para asegurarse de que el alcohol no interfiera con los medicamentos o complique alguna condición médica.

2. Beber alcohol puede provocar bajas en la concentración de azúcar en sangre. (Hipoglucemia)

3. El alcohol también puede afectar otras condiciones médicas que pueda tener, como el daño a los nervios por diabetes. (Neuropatía diabética).

 4. Puede agravar la enfermedad ocular diabética.

5. La concentración de triglicéridos en sangre puede subir.

6. Como ya dijimos puede sumar kilos dado el alto aporte calórico.

Si elegimos tomar alcohol, debemos hacerlo con moderación, es decir no más de una medida por día para las mujeres, y no más de dos medidas por día para los hombres.

Una medida de alcohol equivale a:
• 350 cc de cerveza (1 lata)
• 150 cc de vino (1 copa)
• 40 cc de bebidas destiladas (tales como el ron, whisky, gin, etc.) 1 medida

No todas las bebidas alcohólicas son iguales, algunas aportan solo el alcohol y otras alcohol y azúcares por lo que debemos seleccionarlas con cuidado.

- Vigilar las mezclas ricas en calorías y carbo-hidratos, como las gaseosas comunes, jugos y agua tónica. Elegir gaseosas dietéticas, jugos dietéticos, o soda / agua gasificada en lugar de las anteriores.

- Elegir cerveza sin alcohol en lugar de cerveza común.

- Elegir vinos secos en lugar de espumantes, vinos para postres, vinos dulces y refrescos a base de vino.

1. Si se está controlando la diabetes sólo con dieta y ejercicio, beber alcohol puede incrementar el riesgo de hipoglucemias. Y si utiliza insulina o hipoglucemiantes orales el beber alcohol puede conducir a reacciones aún más serias de azúcar baja en sangre.

Normalmente, el hígado libera glucosa para mantener los niveles de azúcar en sangre. Pero cuando se bebe alcohol, el hígado está tan ocupado descomponiendo el alcohol, que hace un mal trabajo al liberar glucosa hacia la corriente sanguínea. Esto puede llevar a una caída en los niveles de azúcar en sangre si está bebiendo alcohol con el estómago vacío.

Cada bebida alcohólica demora aproximada- mente 1-1 1⁄2 horas para terminar de procesar- se en el hígado. Durante todo ese tiempo, exis- te el riesgo de azúcar baja en sangre. Así que, si se toman 2 bebidas, el tiempo se duplica o sea se estará en riesgo de tener azúcares bajas en sangre de 2 a 3 horas. Cuanto más alcohol se haya consumido, mayor será el riesgo de una baja seria del azúcar en sangre.

¿La solución? Nunca beber alcohol con el estómago vacío. SIEMPRE consumirlo con una comida o aperitivo que contenga carbohidratos, por ejemplo, tostaditas, maníes, canapés un sandwich, o junto con el almuerzo o cena.

Cuando vamos a alguna fiesta o reunión pre- viamente podemos hacer una ingesta de carbohidratos en casa.

Si combina ejercicio (baile) con alcohol, el riesgo de una baja de azúcar en sangre es aún mayor, dado que el ejercicio baja los niveles de azúcar en sangre, controle el azúcar en sangre con más frecuencia.

2. Como ya dijimos antes, el alcohol puede ser una fuente importante de calorías que llamamos vacías y que se transforman en grasas, por lo que estamos en riesgo de aumentar de peso.

En planes de alimentación bajos en calorías, las bebidas alcohólicas no están aconsejadas.

Beber puede ser algo placentero y que no repercuta en forma negativa en nuestra salud si respetamos las recomendaciones que se nos han dado.

¡Recuerde beber de manera segura y responsable!
Nunca beba y conduzca.


Nut. Beatriz García
www.adu.org.uy