Otro problema frecuente se da cuando ambos miembros de la pareja trabajan todo el día y llegan a casa agotados, sin ganas de preparar comidas muy elaboradas; lo que se convierte en otro obstáculo para seguir la dieta adecuada.
Un buen consejo es que cuando vayan a hacer las compras llenen la heladera y la despensa de productos fáciles de comer y nutritivos. Tener siempre tomates es una buena opción, porque no da mucho trabajo lavarlos, cortarlos y en un par de minutos estas comiendo un alimento nutritivo. Las verduras precortadas que venden en el supermercado, como zanahoria y remolacha rallada facilitan la preparación de una ensalada. Los vegetales que vienen congelados son otra opción fácil y rápida para preparar. En la heladera que siempre haya huevos duros prontos para pelar y agregale zanahoria, remolacha y tomate para hacer una rica y nutritiva. Los puedes complementar además con atún al agua.
Quizá puedas tomarte un tiempo el fin de semana para elaborar comida y congelarla. Podés hervir vegetales, hacer una sopa licuada y congelarla en porciones pequeñas para ir descongelando una por noche. También podés preparar salsa de tomate y congelarla en porciones pequeñas como para agregar a fideos, arroz o carnes a la plancha. Siempre trata de tener frutas fáciles de comer: banana, manzana, kiwi, ciruelas, peras, duraznos, naranjas.
No es recomendable abusar de los alimentos congelados para freír u hornear (empanadas, croquetas, nuggets), puedes tenerlos en el freezer y dejarlos para casos de emergencia.