- Primero pelar y picar muy fino la cebolla, y a continuación echar dos cucharadas de manteca en una cacerola. Colocar la cebolla en la cacerola y cocinar mezclando hasta que quede brillante.
- Añadir el arroz y remover con la cebolla hasta que quede claro, todo a fuego suave. Si se viera que hay peligro de que se tueste, añadir un poco de caldo caliente, sin dejar de remover.
- Sin tapar la cacerola, seguir removiendo, observando el arroz y añadiendo poco a poco caldo caliente a medida que el arroz absorba el líquido. Durante los 20-30 minutos que dura la cocción, se verá que el contenido adquiere un aspecto cremoso. En ese punto añadir lo que queda de caldo junto con el azafrán, para que el arroz tome un aspecto amarillento, como de yema de huevo.
- Luego añadir el resto de la manteca y el queso parmesano rallado, y mezclar todo.